domingo, 24 de abril de 2016

CUANDO LLEGA EL ADIOS


Nunca pensaste que te verías enfrentada a esta situación, pero ha llegado la hora de marchar.
Al principio nunca es sencillo y estás convencida que no tienes las fuerzas para dar ese paso, al menos no en este momento. Sabes que lo que está a punto de pasar es necesario, que ya era hora, que no eres feliz, que todo esto no te hace bien. Sabes que es el fin, pero nunca imaginaste que sería así porque de partida nunca imaginaste que todo acabaría. Sí, quizás tuviste demasiadas esperanzas o simplemente eres demasiado romántica, pero esperabas lograr con esta persona en particular eso que tanto anhelabas. Sentías que era el momento, sentías que todo se alineaba de manera correcta hasta que simplemente aceptaste que llevabas meses mintiéndote.

Te gustaría verbalizar lo que estás sintiendo, te gustaría explicar que aunque te marchas, el amor que sientes por ellos sigue intacto y que es justamente eso lo que hace las cosas tan difíciles. también tiene que ver con que te da miedo pronunciar esas palabras que luego ya no podrás borrar. Una vez que las digas perderás toda posibilidad de volver
Si te miras al espejo y eres honesta contigo misma sabes que sólo te estás dando excusas, que de una u otra forma sigues negando este momento que parece tan inevitable. No es necesario que te sigas mintiendo, sabes que una sola palabra bastará. ‘Adiós’ es una de esas palabras que siempre imaginaste en tu cabeza como parte de alguna película, de alguna escena dramática y ensayada, sin embargo, en tu caso estas 5 letras serán lo que lo cambiarán todo del cielo a la tierra. De una u otra forma sabes que el cambio se dio mucho más atrás, que lo que sucede ahora es sólo una confirmación de lo que ya sabías.
Te preguntas si es que quizás tiene que ver con la forma en la que eres, si es que quizás no era el momento adecuado para estar con él o si es que simplemente no era el momento adecuado para nada que tuviese que ver con el corazón. De cualquier forma,sabes que nada de lo que pasó fue exactamente culpa de él o culpa tuya, simplemente las circunstancias no fueron las adecuadas, y por difícil que sea esta decisión ya no hay vuelta atrás.

martes, 19 de abril de 2016

Aprendí

Y aprendí que las historias no se escriben solas, que necesitan de las palabras para que se empiecen a escribir. Que no todas empiezan con “Había una vez” ni terminan con un “Felices para siempre”, que algunas jamás pasan del prólogo, que “adiós” no significa el punto final. Que hay unas que las terminas de escribir con lágrimas y las vuelves a leer y te das cuenta de que otra vez te harán llorar. Que la historia comienza con un sueño y por lo tanto jamás debemos de dejar de soñar.